Fiesta Nacional
MARISA CRUZ
MADRID.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió abucheos y silbidos del público presente en el desfile de la Fiesta Nacional que se celebró esta mañana en Madrid. Las peticiones de dimisión se mezclaron en el aire con los 'vivas' al Rey y a España en una jornada que llegaba precedida por el enfrentamiento entre PSOE y PP por la utilización de los símbolos nacionales.
Pese a haber intentaddo evitar la ocasión de recibirlos a su llegada a la plaza de Colón, finalmente tuvo que escucharlos en el momento en el que, junto al Rey Juan Carlos y los presidentes del Congreso y el Senado, accedía a una tribuna donde hicieron una ofrenda a los soldados caídos por España.
Los abucheos y silbidos atronaron por unos momentos el centro neurálgico de la celebración, justo en el instante más solemne, cuando se guarda silencio por los militares fallecidos.
A su llegada al acto, el presidente prefirió acceder por detrás de la tribuna, en vez de entrar por el Paseo de la Castellana, como hizo la Familia Real y como hizo él en los dos años anteriores, en los que también tuvo que soportar los silbidos. Algunos de los presentes interpretan el gesto como una forma de impedir los abucheos a su llegada en contraste con los aplausos que recibió el Rey.
De esta manera, postergaba la afrenta a un momento de protagonismo compartido con el Monarca y conseguía que algunos aplausos 'amortiguaran' los silbidos, los abucheos y algunos insultos.
Previamente, habían sido los familiares de los últimos soldados fallecidos en las misiones en el extranjero los que rindieron homenaje a los suyos ante la bandera de España.
Los gritos contra Zapatero se reprodujeron al final del desfile, cuando el jefe del Gobierno despidió a los miembros de la Familia Real y antes de trasladarse a la recepción que ofrecen los Reyes en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional.